viernes, 28 de noviembre de 2014

A VUELTAS CON EL LIBRE ALBEDRÍO

Para los que echabais de menos las discusiones filosóficas del Otto Neurath, aquí os traigo un fragmento de un debate que estamos teniendo sobre el libre albedrío en el blog La nueva ilustración evolucionista. El otro tertuliano es el viejo amigo Enric Rodríguez.


  Cada SUCESO INDIVIDUAL que ocurre en la naturaleza (cada combinación concreta de situaciones de partículas físicas), ocurre y se desarrolla con unas probabilidades determinadas. Pero usted no sólo dijo eso, sino que afirmaba que las probabilidades estaban determinadas (interpreto que exclusivamente) por las LEYES FISICAS.
¿¿??? Bueno, las leyes físicas SON eso que determina las probabilidades que sean. La cuestión es que no puede haber determinaciones INCOMPATIBLES ENTRE SÍ. Si una parte de las leyes (digamos, las que describen el movimiento de las partículas subatómicas) determinan que la probabilidad de que un electrón vaya de A a B es del 80%, y otra parte de las leyes (digamos, las que resultan de los procesos de "emergencia" a los que te refieres) determina que esa probabilidad es del 10%, entonces alguna de las dos leyes son incorrectas. Y como las primeras leyes las conocemos con bastante confianza, y las segundas no son más que un sueño, o en el mejor de los casos, unas cuantas conjeturas apañaditas pero poco fiables, pues mira, prefiero pensar que no hay tal cosa como esos "procesos de emergencia que pueden alterar el comportamiento que las partículas subatómicas tendrían si se tuvieran en cuenta sólo las leyes de las partículas subatómicas".
Por otro lado, si (como pienso), hay algo así como "procesos de emergencia" (yo prefiero decir "superveniencia", pero bueno), que hacen que podamos describir con relativo éxito varios "niveles" en los sistemas objetivamente reales, pero que esos procesos NO ALTERAN las probabilidades que las leyes de las partículas subatómicas determinan para el movimiento de estas partículas, pues entonces estamos en lo que yo decía: los "niveles" son sólo "niveles de descripción", no tienen "poder causal ADICIONAL Y POTENCIALMENTE CONTRARIO" al de las leyes subatómicas.
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Podemos hacerlo en cierta medida desde las “leyes del nivel superior” (por ejemplo psicología) Sí, totalmente de acuerdo. Pero insisto, eso simplemente quiere decir que las leyes de los niveles inferiores tienen como resultado ciertas regularidades relativamente estables a niveles superiores, aunque es un resultado que no somos capaces de "rastrear deductivamente" a partir de aquellas leyes (ya sea por complejidad, o por incompletitud lógico-matemática). Pero CONSTATAR que se dan esas "macro-regularidades" es una mera constatación empírica, que no EXPLICA la "causa" de que se den (y mucho menos explica por qué son regularidades con valor predictivo TAN limitado, en la mayoría de los casos). Cuando decimos, por tanto, que ciertos comportamientos humanos son "libres", sencillamente los estamos DESCRIBIENDO de cierta manera (y como toda descripción, nos permite "comprender", en el sentido de orientarnos un poquito sobre cómo apañárnoslas con eso), no estamos apuntando (ni mucho menos capturando cognitivamente) a algo que podamos afirmar que sabemos que es LA causa de esos comportamientos.
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  Explíqueme porque ve usted sobredeterminación antes.
Lo he hecho muchas veces ya, pero lo repito: porque, si las leyes físicas determinan que la probabilidad de que un electrón vaya de A a B es x, entonces, o las leyes "de lo otro" determinan que es x, o determinan un número distinto de x. Si determinan x, entonces son SUPERFLUAS (son sólo otra manera de describir lo que pasa, pues "lo que pasa" consiste en que el electrón va de A a B con un 80% de probabilidad). Y si no es x, entonces esas leyes contradicen las leyes físicas, y por tanto suponen una VIOLACIÓN de esas leyes.
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  ¿Quién dice que lo mental no es físico?. Yo digo que lo mental emerge de lo físico, instanciando propiedades irreductibles a la leyes físicas desde lo físico, con poder causal físico. Insisto, yo digo algo parecido. TODO es físico (al menos, todo lo que hay en la naturaleza). Pero que los niveles superiores sean "irreducibles" a los inferiores SÓLO nos obliga a aceptar que ALGUNAS de las regularidades que encontramos en los niveles superiores, no podemos NOSOTROS deducirlas de las regularidades que hemos encontrado en los niveles inferiores; no hay ninguna prueba de que esas regularidades NO SE SIGAN (en el sentido SEMÁNTICO, no sintáctico) de las leyes de los niveles inferiores (o de la combinación de esas leyes y de otros detalles también describibles en los niveles inferiores). Hablé de esto aquí. Y, por supuesto, como dije en mi primera intervención, soy bastante escéptico sobre la "causalidad", en TODOS los niveles: lo único que podemos averiguar es que se dan tales o cuales regularidades en tal o en cual nivel. Mitificar alguna de esas regularidades (en el nivel que sea) refiriéndonos a algo que "tiene poder causal físico" sobre uno u otros niveles, es nada más que una forma cómoda de hablar.
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¿Puede darme una versión más simple, del estilo de Barrio Sésamo?
Lo que dije arriba con "superfluo" y "violación" en mayúsculas. [Enric se refería a un enlace que puse a los puntos 2.3 y 2.4 de: http://plato.stanford.edu/entries/mental-causation/ ]
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  Solo digo que en la REALIDAD de lo imaginado hay POSIBILIDADES REALES
"Posibilidad real" es un concepto demasiado escurridizo (¿qué sería una "posibilidad irreal"? -estoy pensando en matemáticas). Yo prefiero hablar de posibilidades lógicas o posibilidades físicas. Todo situación que se pueda describir sin contradicción en sí misma es lógicamente posible; pero no tiene por qué ser físicamente posible. Es físicamente posible SÓLO lo que es consistente con las leyes físicas (y con el estado inmediatamente anterior de la naturaleza). La noción de "mundo posible" de Everett va más allá de eso: los mundos posibles de Everett no serían "meras posibilidades", sino mundos TAN REALES como el nuestro, sólo que inaccesibles para nosotros. Eso es lo que no me convence mucho. Pero volviendo al tema: lo que yo digo es que el hecho de que alguien imagine que su acción de hacer tal o cual cosa es posible, sólo implica que es LÓGICAMENTE posible, no que sea FÍSICAMENTE posible (dadas las leyes físicas y el estado inmediatamente previo del universo físico).
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  todo lo que compone un organismo no es el organismo
Por supuesto que no. Pero el organismo no es más que LA MANERA como se interrelaciona aquello de lo que se compone, y la manera como se relaciona con aquello de lo que se compone lo demás. Y esa MANERA no puede violar las leyes que describen el comportamiento de eso de lo que se compone. . Saludos

martes, 25 de noviembre de 2014

LIBROS QUE VOY LEYENDO (AGOSTO-DICIEMBRE 2014)

360. The emperor of all maladies. Siddhartha Mukherjee. Entretenida e instructiva historia de la investigación sobre el cáncer, aunque demasiado larga y yanquicéntrica. (6)
359. En el café de la juventud perdida. Patrick Modiano. Lo primero que leo del reciente Nobel. Literatura bien hecha, de la de antes. (8)
358. El sentido de un final. Julian Barnes. Deliciosa historieta sobre la juventud y la vejez. (8)
357. Lo prohibido. Benito Pérez Galdós. Un novelón decimonónico y madrileño, escrito en cinco meses. (7)
356. The Price of Truth: How Money Affects the Norms of Science. David Resnik. Clarito y superficial, como todo lo del autor. Y con su toque de "qué hay de lo mío", como en todo buen libro de ética aplicada. (5)
355. The sense of style. Steven Pinker. Interesante, sobre todo para quien quiere escribir divulgación, pero tal vez no demasiado útil para los que no lo hacen en inglés. (6)
354. Mind and Cosmos. Thomas Nagel. Una elucubración idealista, sin pies ni cabeza, aunque algunas cuestiones son dignas de pensar. (5)
353. Making up the mind: How the brain creates our mental world. Chris Frith. Muy interesante como introducción al tema, aunque un poco superficial y no muy útil para el que ya sabe un poco del tema. (6)
352. Decision Theory and Rationality. J.L. Bermúdez. Una exposición clarísima y convincente de algunos de los principales problemas de la teoría de la elección racional, que ni podemos abandonarla, ni podemos tomar como una teoría completa de la racionalidad. (8)
351. Tatami. Alberto Olmos. Entretenida, y apropiada para un viaje en avión, aunque el argumento es la leche de inverosímil. (6)
350. The Crime of Reason: And the Closing of the Scientific Mind. Robert Laughlin. Alegato de este premio Nobel contra la privatización del conocimiento. (6)
349. Tres veces al amanecer. Alessandro Barico. Una novelita agradable (tres cuentos entrelazados, más bien), para leer en un rato; sobre todo diálogos vivísimos. (6)
348 Por qué leemos novelas. Ana Rodríguez Fischer. No será porque pedanterías como esta animen mucho a hacerlo. Lo único bueno es leerlo como si hablara de novelistas imaginarios (para mí, muchos lo son). (3)
347. Mente y materia. ¿Qué es la vida? Sobre la vigencia de Erwin Schrödinger.. AA.VV. El título engaña, porque no son las obras homónimas del gran maestro, sino varias conferencias sobre su pensamiento. La mejor, la de Laughlin, pero otra sobre el cáncer y la biología molecular tampoco está mal. (5)

346. A natural history of human thinking. Michael Tomasello. Imprescindible. De cómo ciertas ideas filosóficas (intencionalidad colectiva, inferencialismo...) pueden convertirse en fecundos modelos científicos. (9)
345. De la alpargata al 600. Juan Eslava Galán. Entretenido. Si no fuera porque conozco al autor, pensaría que hay un tufillo anticlerical. (6)
344. El giro. De cómo un manuscrito olvidado contribuyó a crear el mundo moderno. Stephen Greenblatt. Una obra soberbia, que no sólo revela la suerte del epicureísmo entre los siglos -I y XVI, sino que retrata de modo excelente el mundo de los primeros humanistas. (10)
343. Institutions. Francesco Guala. La mejor introducción reciente (por desgracia, aún inédita) a la filosofía de las ciencias sociales. Las instituciones son reglas-en-equilibrio, y ya está. (9)
342. De la física a la mente. El proyecto filosófico de Roger Penrose. Rubén Herce Fernández. Bienintencionado pero flojo; habría debido concentrarse más en sus propias críticas, que son interesantes. (5)

341. El caballero sueco. Leo Perutz. Un relato intrascendente pero muy agradable de leer, entre el cuento popular, la leyenda y la historia, escrito como se escribía antes. (6)
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Ver aquí la lista actualizada, desde diciembre de 2009.